Señor Director, buenos días: (Es mi primer carta de lectores a La Nación, desconozco si en caso de publicarla saldría también en la edición digital, por lo cual agradezco me lo informen para saber si debo cargarla en lanacion.com o no. También acepto le apliquen el formato necesario para su publicación y los felicito por ser una de las opciones más claras a la hora de informarse).
Con gran indignación observo lo que a mi humilde entender es una verdadera falta de respeto a nuestro intelecto, tal el caso de la emisión de "Sos mi vida" por Canal 13.
Aclaro ante todo que no tengo absolutamente nada en contra de Natalia Oreiro, Facundo Arana ni nadie del elenco, al contrario, los considero buenos actores y los creo capaces de personajes mucho más profundos.
El primer punto de verguenza es el horario, promocionado para las 21:30 y que todos sabemos jamás se cumple (y no por cinco o seis minutos precisamente), más allá de las sanciones impuestas o por ser impuestas al canal. Solamente lo menciono, ya que este aspecto sí ha sido ampliamente criticado y no merece más detalle de mi parte.
El segundo punto es el contenido: comprendo perfectamente que no todos hemos de tener los mismos gustos e ideas, y que la emisión está orientada primariamente a reunir y divertir a la gente en su horario de cena. En mi caso tengo oportunidad de observarla varias veces a la semana, justamente al sentarme a cenar en familia.
Sin prejuicios, "disfrutando" de la tira no más de quince minutos, uno puede darse cuenta que sería más justo emitirla a las 17:00 o 18:00 que a las 21:30, porque la trama se ajusta más a las situaciones desopilantes e infantiles que vive un chico en edad de preescolar o primaria que a las de un adulto, excepto por las continuas acotaciones relativas a la parte sexual. Cualquier persona mayor de edad, sin necesidad de tener un título de Ingeniería, Abogacía o Maestría de ningún tipo, puede darse cuenta que las situaciones se repiten cíclicamente, cambiando solo algunos personajes, para producir continuas peleas y reconciliaciones.
El libreto es de tan bajo nivel, que a pesar de ser lego en el tema, uno puede anticipar con toda facilidad lo que sucede en cada capítulo; no hay sorpresa, no hay inventiva, no hay ni un halo de genialidad, todo muy predecible y muy "enlatado", con poco realismo y plagado de incoherencias. Una cosa es generar situaciones desopilantes para divertir a la gente, estoy totalmente de acuerdo con éso, otra es abusar reiteradamente de las mismas situaciones para dilatar la emisión de la tira durante meses.
Todos los objetivos comerciales de los responsables de la novela son entendibles, pero hay un límite; la tira comienza varios minutos después de lo promocionado, emplea otros en "recordar" el último capítulo, reserva otros para "anticipar" el próximo, y por lo tanto, considerando los cortes comerciales, deja, cuánto?, unos treinta minutos (siendo generoso) para el contenido real del día, plagado de reiteraciones, incoherencias y demás, como se comentara líneas arriba...
Para finalizar, repito que no tengo nada en contra de sus protagonistas, ni tampoco en relación a la idea de disfrutar sanamente de una comedia romántica a la hora de la cena, pero me genera una enorme verguenza que un contenido de tan bajo nivel esté holgadamente al tope de los ratings nacionales, y que casi todas las palabras que al menos a mí me toca observar en los medios sean maravillas.
MR - Probablemente esto jamás sea publicado aunke sí fue enviado a La Nación.
No se si quiere publicarla, pero la verdad... me pudo.
Misteriosa Yarará
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